Como habrás visto estas últimas semanas, el Covid-19 está afectando a nuestra forma de vivir. La bolsa tampoco es inmune al virus, hemos visto caídas de hasta un 35%. Mucha gente ha sufrido la reducción de su patrimonio a casi la mitad en cuestión de días. Sin embargo, esto no tenía porquehaber sido así. ¿Sabes que se podría haber mitigado toda o casi toda la caída utilizando un instrumento financiero?

¿Sabías que existía esta posibilidad?

Con este instrumento, bien gestionado, puedes seguir participando en las subidas de bolsa, a la vez que proteges tu patrimonio en las caídas. O, mejor dicho: aprovechar las virtudes de la renta variable, pero sin tener la volatilidad enorme que vemos día a día en la bolsa. Este instrumento financiero es difícil de gestionar, por eso no escucharás a tu banco hablarte de él. Requiere de un equipo muy especializado con un objetivo bien claro: PROTEGER ANTES QUE ESPECULAR. Los bancos siempre se agarrarán al “aguanta la caída que ya subirá” o “estás invertido a largo plazo ya recuperarás el 30, 40 o 50% que has perdido” Es muy fácil hablar de los ahorros ajenos o escudarse en el largo plazo. Pero, lo que siempre parece olvidarse es que tras la palabra “ahorro” siempre hay algo más: proyectos, familia, seguridad, planes. Vida, en definitiva. Es verdad que la bolsa conlleva riesgos y que en el largo plazo se tiende a ganar. No obstante, si hay una manera de evitar caídas en tus ahorros de un 30, 40 o 50%, ¿no querrías conocerla?

Una imagen vale más que mil palabras. Este es un ejemplo de cómo ha actuado la cartera de acciones que tenemos dentro del fondo que asesoramos. La línea roja es la rentabilidad de la cartera sin este instrumento financiero y la línea verde es la rentabilidad con este instrumento financiero.

Si quieres tener protegidos los ahorros de tu vida y planificar tu futuro y el de tu familia con garantías, las coberturas son una herramienta esencial para la gestión de tu patrimonio. En estos momentos, es indispensable preguntarse si hemos llegado al suelo del mercado o todavía estamos expuestos a posibles caídas. Si la respuesta es la segunda, tenemos que valorar si nuestra estrategia de inversión está preparada para estas caídas.